1. La inteligencia e integridad de los autores bíblicos. 2. La consistencia interna del texto. 3. La exactitud histórica de los autores. 4. Los restos arqueológicos que arrojan luz sobre las historias narradas en el Nuevo Testamento. 5. Escritos extrabíblicos contemporáneos (es decir, de los primeros siglos después de Cristo). 6. La fecha de redacción de los libros del Nuevo Testamento. 7. Los manuscritos que sobreviven de los textos del Nuevo Testamento y su datación. 8. La formación del canon (el
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